Mostrando entradas con la etiqueta feminismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta feminismo. Mostrar todas las entradas

Los pueblos indígenas podemos aportar valores


Nadie diría que Mirna Cunningham, esta mujer menuda de pelo negro encrespado y manos desnudas, ha sabido poner paz duradera entre sandinistas y la etnia misquita a la que pertenece. Este logro la ha llevado a presidir el Foro Indígena de la ONU. Allá donde va es conocida y querida por todos aquellos grupos de mujeres que luchan por la igualdad.

Maestra de la escuela pública nicaragüense, cirujana en hospitales de campaña y formadora de enfermeras en más de medio centenar de comunidades indígenas, estas son solo algunas de las actividades desarrolladas a lo largo de sus 63 años. Luego vendría la Universidad Indígena nicaragüense, de la que fue rectora y su cargo como diputada de Salud. Cunningham aboga por los servicios públicos y por ellos luchó durante su etapa de ministra sandinista. Se obliga a pasar cuatro días al mes con sus cuatro hijos y siete nietos, pero reconoce que hay tanto que hacer que a veces se siente culpable por tener unos minutos de felicidad junto a los suyos.

Ayer llegó a Madrid procedente de Kenia, donde ha podido comprobar con dolor que siguen las mutilaciones genitales en niñas. Las dos mujeres liberianas galardonadas ayer con el Premio Nobel obtuvieron el primer apoyo económico del Fondo Global de Mujeres, del que Cunningham forma parte. "Ese premio es un reconocimiento a la participación de las mujeres en los procesos de paz y en zonas de conflicto. Ambas supieron aunar esfuerzos de musulmanes y cristianos".

"Esta crisis del desarrollo no va por buen camino, el cambio climático, la falta de alimentos, las macroinversiones industriales, los hidrocarburos... Esto nos lleva al abismo. ¡Cómo podemos pensar que los ocho que han creado la crisis nos pueden sacar de ella! Desde los pueblos indígenas podemos aportar valores morales y espirituales que intentamos compartir y encontrar fórmulas para vivir mejor", reflexiona.

La cirujana no toma café. La esperan en 10 minutos en la Casa de América. Hoy volverá a Nicaragua: los cuatro días para estar con su familia.

MARIFÉ MORENO

Solo un 5% de premios nobel para mujeres



Lo suscribiría cualquier feminista, pero lo decía esta mañana el presidente del comité del premio Nobel de la Paz, Thorbjoern Jagland: “No podemos lograr la democracia y una paz duradera en el mundo a menos que las mujeres obtengan las mismas oportunidades que los hombres para influir en el desarrollo de la sociedad en todos los niveles”. 

El galardón acaba de distinguir a tres mujeres: la presidenta de Liberia y primera de África, Ellen Johnson-Sirleaf, que se hizo cargo de un país arruinado por la guerra; la activista de ese mismo país Leymah Gbowee, organizadora de una “huelga de sexo” contra la contienda civil, y la yemení Tawakkul Karman, luchadora por la democracia y una de las protagonistas de la “primavera árabe”. Con ellas, los Nobel atenúan su peso masculino: de los 909 galardonados desde 1901 en todas las categorías, 44 han ido a manos de mujeres, menos del 5%. El de la Paz es el más feminizado: 15 premiadas.

Una buena noticia para quienes defienden que el siglo XXI debe ser el siglo de las mujeres, la centuria en la que, por fin, ellas y ellos disfruten de una igualdad real en todos los aspectos y ámbitos, desde los consejos de administración hasta el caminar solas de noche sin riesgo. Desde el poder político al económico pasando por el derecho a decidir su destino. Esa igualdad, ese empoderamiento de las mujeres, es algo por lo que también luchó la que hasta ahora era la última ganadora del Nobel de la Paz, la keniana Wangari Maathai,  fallecida el mes pasado.
Un objetivo aún lejano y al que el comité del Nobel noruego se muestra sensible. Noticias como esta no cambian el día a día, pero contribuyen a impulsar el gran cambio: que ellas cuenten tanto como ellos en un camino que no admite marcha atrás. Lo han demostrado las mujeres árabes que también han salido a la calle a defender los cambios, aunque a menudo hayan tenido que sufrir una represión extra, como los test de virginidad. Lo han demostrado también las mujeres de Sierra Leona o de Ruanda, que rehacen sus países tras el arrase bélico.

¿Por qué el Nobel de la Paz es el que ha distinguido a más mujeres? Quizá porque para optar a él no es imprescindible haber ido a la universidad. Lo que cuenta es haber dado pasos para lograr un mundo mejor, una tarea que para muchas empieza en cómo mejorar la vida de sus familias, de su entorno más próximo. A veces el activismo empieza desde tan abajo.






CHARO NOGUEIRA

HAY UNA FEMINIZACIÓN DE LA POBREZA

Esta expresión significa que donde hay pobreza - sea del tipo que sea: económica, de formación, de integración social... - , la mayoría de las personas que la padecen son mujeres.